Adversidad.

Acto I - La Segunda Revolucion. Preludio a la muerte.

Los primero que debes hacer para enfrentar el "Thanatos", es comprender que tu "psyché" prevalecerá por la donde quiera que vaya tu "Anima".
-Pacāsa penínta.

Suena la primera campana, y el polvo entra al cañón.

(Recuerdo mi juventud, las verdes montañas…el camino de tierra y el rio a su lado.)

Suena la segunda campana, y se carga el volcán.

(Comprendo que mis errores me destinaron…)

Suena la tercera campana, se alinea el bastón.

(Fue lo correcto, no hay pecado en la nobleza.)

Suena la cuarta campana, y se alza el martillo.

(Valor, Nobleza, Justicia, Orden y Bondad.)

Suena la quinta campana, y se recitan las plegarias.

(Renuncia al mal, abraza la única luz dentro de ti.)

Suena la sexta campana, "Desiste del pecado, y confiesa que estas errado."

(entiendo que estoy equivocado, pero no merecen saberlo.)

Suena la séptima campana, En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo amen.

(No fueron los primeros, ni serán los últimos, buscando redimir vuestros errores.)

Suena la octava campana, y los peones avanzan.

(La sed de sangre fluye por sus venas, por cada uno de ellos, mientras blasfemias mayores en nombre de su santo salvador profesan el bien, impuestos por ellos mismos sobre… ellos mismos.)

Suena la novena campana, y el graznido del cuervo exige tributo.

(Aviado amigo, la muerte es tu regocijo, tu señal, heraldo de la ejecución.)

Suena la decima campana, la turba exige su premio.

(Un vida por una vida, un rey cayo y pronto lo harán los demás.)

Suena la decima primera campana, el fuego prende la mecha, su fin se acerca.

(Esto solo es una llama mas, pronto abrasarán el mundo entero.)

Suena la decima segunda campana, y el martillo choca con yunque.

(Silencio, descanso y paz. Dejo una vida atrás. Y me abro paso una vez mas.)


Acto II - Resurrección.

Abro los ojos, y de pie entre ruinas miro a lo lejos torbellinos celestes surcar los cielos, destrozando todo a su paso. Relámpagos de estática rompen en los suelos, y yo de pie miro al cielo.

-Una vez mas la muerte los alcanzo.

Una voz metálica con un amable tono, un cálido sentimiento me llena por dentro. Dirijo mi vista en su dirección y distingo un humanoide grisáceo… es una antigua maquina que viste un quitón plomo. Alza su vista y lentamente adopta una posición de loto frente a mi. Plantando sus brillantes ojos verdes en mi.

-Una vez mas…

Le respondo con respeto, mientras bajo mi cabeza como signo de admiración, adopto la posición frente a el, y espero pacientemente su respuesta…siento el frio viento rozar mi cara mientras el cantar su cantar se perturba con estallidos de electricidad.

-¿Estoy realmente muerto?
(suspira)-¿Acaso eso realmente importa?
(toca su pecho de forma agitada, como si buscara algo)-Se sintió tan real…ellos… no sabían lo que hacían ¡Eso no es libertad! ¡si destruimos la corona por libertad entonces no deberíamos vivir con miedo!
(sonríe)-Hay algunas cosas que no se pueden cambiar, inherentemente esta en nuestra naturaleza. (extiende su mano) si alguna vez la compartimos…ese deseo de progresar, solucionar nuestro problemas y extender lo inevitable. Una utopía.
(decepcionado baja su cabeza)-Mira ejemplo el ejemplo que les diste, tus lecciones de vida y moraleja se convirtieron en ese caos tan horrible que nos rodea. ¿Qué debo aprender? mas no escucharte y seguir tus palabras. Aunque algo cambio, lo pude sentir.
(se mantiene sereno y responde con respeto)-Las llamas de algo imparable… se acaba de
formar un fuego fatuo entre la agitación y la emoción…nace la revolución.
-El ciclo vuelve a su comienzo, fallaste una vez mas.
-No sé puede enmendar la esencia de los hombres.
-Pero se pueden guiar, para que disciernan la verdad.
-Aunque se las muestres no la verían.
-Entonces…Enséñales a ver.
-Guiarlos hacia la verdad, significaría, llamar la atención de muchos. Significaría, que puedo errar y que los puedo confundir.
-Y es por eso que no debes intervenir.
-Y si no puedo intervenir, ¿Cómo puedo guiarlos?
-Cuando llegue el momento, deberás enseñar, y ese legado perdurará.
-Aguardare y aprenderé. No guiaré mas enseñaré lo que sus corazones deben conocer.
Y yo, esperaré. Ahora debes partir.Cierra los ojos una vez mas y vuelve a soñar pero recuerda…nunca olvidar.
(cierro mis ojos y respiro lentamente. Siento la brisa lentamente en mi cara, comienzo nuevamente a escuchar el silbido del viento y los truenos azotando el piso. Que había sido este lugar, pensé. Torbellinos de vientos danzan a mi alrededor sonando como una serpiente de cascabel. Es como mi hogar pensé. Respiró y me concentro en quien soy.)

Ahora, escúchame… Tus errores no sé pueden cambiar es por eso que la causa es inalterable del efecto. La forma en que los individuos se erguían sobre otros, formaban de a poco su propia naturaleza. No fue luego de miles de años que comprendieron el resultado de que sus acciones moldean su futuro y su naturaleza. Eso los llevo a crear las primeras formas de civilizaciones, donde los mas fuertes y aptos decidían el control de los demás y que rumbo debían tomar. De una u otra forma, surge como una forma coexistencia mutua, las necesidades de un grupo podían ser saciadas con el trabajo de otros en la búsqueda de un punto medio, en donde la fuerza era la única forma de asegurar la unión de esta coacción. No puedes alterar la naturaleza humana, o por lo mismo te matarán. En cambio, enseña y guía. Poco a poco, reflexionarán sobre sus acciones y formarán un nuevo horizonte con reconociendo su pasado como la única verdad de quienes son, siendo la reflexión interna de la experiencia la forma de lograr el mas sabio de los caminos. Comprende tu miedo, comprende tu dolor…compren-

Todo es luz. La calma se apodera de mi. Mis pensamientos se esfuman. Ahora soy.
-pero no debo olvidar…
-¿que no debo olvidar?
-olvídalo.


Acto III - Una nueva vida - Tercera Revolucion.

La luz una vez mas me ciega…pero esta vez es mas doloroso. Tanto que llevo mis manos a mis ojos para apaciguar el dolor. Luego de unos segundos recupero la compostura y abro mis ojos. Los rayos del sol me ciegan una vez mas pero ahora mis ojos se logran recuperar.

Logro distinguir el danzar de las olas de mar en harmonía con el tende. El cual sonaba a un lado de un grupo de trabajadores que felizmente trabajan en enormes campos de caña de azúcar.

Continuo observando y distingo un poblado en las cercanías, el ambiente caribeño inunda el lugar mientras los barcos en la costa descargan mercancías y tropas. Era común en los poblados costeros de islas caribeñas tener un gran flujo de esclavos y tropas, de no ser por la mala paga, muchos se quedarían aprovechando su status de hombre blanco (y libre).

Me dirijo a la casa del gobernador dispuesto a recibir respuestas sobre mi situación actual, La antigua casona tenia un largo camino de tierra el cual era rodeado por los enormes campos de cañas de azúcar, mientras que en la entrada un grupo de guardias se encontraba conversando felizmente hasta notar mi presencia.

-Se prohíbe cualquier entrada sin que el gobernador nos informe previamente ¿es el caso? no es el caso, ahora fuera o nos divertiremos contigo.
-Traigo noticias de Francia, ¿Cómo se atreven hablarme así?
El grupo se pone de pie rápidamente mientras comienzan acercarse a mi, intentando rodearme. En sus caras veo maldad mientras soltando carcajadas me reprimen:
-Conoce tu lugar, basura. Además ¿Cómo alguien como tu sabría noticias del exterior, si la escoria como tu no tiene permitido abandonar el lugar?
Una vez rodeado, arrojan al piso y me comienzan a patear sin parar mientras vociferan insultos contra mis raíces y mi raza. Finalmente en medio de la paliza grito
-¡Luis XVI perdió la cabeza por la misma tiranía que ustedes ahora profesa! Incluso la practican! Fue eso que los mantuvo por cientos de años como cerdos hacia el matadero alimentando los caprichos de pocos mientras ustedes se arrastraban como ratas entre la mierda! ¡Que los hace diferente hombres si son mas que herramientas de los tiranos que los atormentan!

Inmediatamente cesaron. Y desde atrás del grupo un grito deja los guardias formados sin moverse, un hombre vistiendo ostentosa armadura con el símbolo francés se acerca lentamente hasta a mi, su pelo canoso no dejaba al descubierto su vigorosa compostura, pero en sus ojeras se lograba observa el pesar de los años. Una leve cicatriz a al altura del labio y a travesando la mitad de su cara dejaba al descubierto una vida de valentía en batalla. Finalmente estira su mano y me ayuda a levantarme.

-Admiro su valor pero si no cuida su lengua acabará muerto. Respondía gentilmente mientras me ayudaba a recuperar la compostura.

-Veo que aun hay bondad en sus hombres.
-Quizás lo hay, quizás ya no lo hay. No somos quien para juzgar. Pero lo cierto es que muchos luchamos contra la corona, y no me cabe la duda, que para saber lo que usted acaba de decir, tiene que haber participado contra los realistas.
Olvido por un momento quien ahora soy y me dejo llevar por los pensamientos del pasado.

-Estuve presente cuando Maximilien Robespierre llevo justicia a la plaza de la revolucion.

Los hombres se miran entre ellos asombrados y finalmente toman una postura mas holgada, el hombre continua:

-Veo que nos acompaña un veterano de la revolucion, no pudo llegar en un momento mas indicado. Por favor, dígame su nombre.

-Mi nombre…(no lo recuerdo)soy…(debo improvisar)Jacques lev- Delacroix.
-Un gusto señor Delacroix mi nombre es Toussaint Louverture ¿Qué lo trae a la hacienda?
-Acabo de arribar y quisiera estar al tanto de la situación en el lugar, así como preciso que me orienten con la fecha.
-hoy día es 29 de agosto de 1793, y las cosas de este lado de la isla están algo tensas ¿dígame que lo motivo llegar a este lado de la isla?
-Esos hombres que trabajan junto al campo de caña de azúcar, no estaban encadenados y hacían su trabajo feliz.
Sonriendo pone su mano en mi hombro y me invita a seguirlo mientras me responde
-Eso es porque son hombres libres, no podemos pagarles con mucho mas que su propia libertad de momento.
Sorprendido respondo
-¿Entonces es usted quien guía a estos hombres a su libertad? Una vez empezado el cambio nada podrá detenerlo, es por eso que muchos se alzarán contra usted, por miedo, por interés o por beneficio pero debe recordar que no debe confiar en nadie mas en hombre que aspiren a un mejor mañana, que se guíen por la bondad y la nobleza de su corazón. Son tiempos de cambio, y si tengo que vivir con cadenas prefiero morir sin ellas.
Toussaint asombrado da un paso al lado y extiende su mano
-Un hombre que esta dispuesto a morir por su libertad vale mas que mil soldados. Admiro su entusiasmo pero no confió en usted aun, si quiere demostrarnos que sus palabras profesan sus acciones. Entonces demuestre su valentía y convicción esta noche. Vamos a liberar a un grupo de hombres dispuesto a luchar por nuestra causa. Pero necesitaremos de dos cosas, una distracción y alguien que los liberé. Usted elegirá su rol pero recuerde que sin importar que pase, muera en silencio por la libertad.

Miro el horizonte y observo como el atardecer llega a su punto mas débil, el sol cubre los cielos de un naranjo rojizo. Decían las tribus mapuches al sur del virreinato de la plata que el atardecer rojizo era indicio que algo malo estaba por venir o que la furia de los hombres se desataría. De todas formas había llegado la hora, y sabia con exactitud que responder.

-Después de usted, tenemos algo que planear.
El hombre deja al descubierto su sonrisa y me insta a seguirlo al interior de la hacienda.


Nos habíamos trasladado a caballo en dirección a la capital de Saint-Domingue, Le Cap.
El plan era relativamente fácil, debía quemar los pastizales de caña de azúcar durante la madrugada del 22 de junio. De ser necesario "quémalo todo" a palabras de Toussaint, por lo que mi siguiente objetivo seria el cuartel de reservas de Cap-Français, en donde mantenían una gran cantidad de barriles de aceite.

Una vez en lugar, me infiltro en el interior de las plantaciones y procedo a encender mi antorcha.
El fuego toma unos minutos en avivarse debido a la húmeda vegetación por las recurrentes lluvias tropicales, pero una vez el fuego se expande no hay nada que lo pueda detener.

Rápidamente huyo pero las campanadas alertando del fuego revelan mi posición y desde lo lejos logro distinguir improperios en contra de mi jaez. "Guardias un cimarrón quema las plantaciones, escapa por el lado sur, a el!" Rápidamente tomo mi caballo y entre la lluvia de disparos de mosquetes logran herir a mi caballo y caigo al piso a pocos metros del cuartel de reservas. Desde lo lejos logro distinguir como las tropas que habían abandonado en mi guardia se dirigen como una estampida dispuesta lincharme vivo en regocijo y miedo al castigo de sus superiores.

Desde el interior de las casuchas del poblado, siento como las temerosas miradas se dirigen a mi figura abatida junto a su caballo a mitad del camino principal. Me pregunto, ¿así debe terminar? ¿Acaso nuevamente mi muerte en vano será? ¿o por los siglos de siglos su autoridad nos atormentará? Me pongo de pie y grito "Una vida encarcelado no vale la pena ser vivida, el clamor del hombre libre me acompañará incluso en la muerte, pues mi alma libre por dios para enmendar vuestro pecado mas no mi error. Mi nombre no prevalecerá porque mi acción será la que ustedes juzgarán, muero libre y justo ante los ojos de dios, ¡EN MI MUERTE, SU LIBERTAD!

Tomo una antorcha que iluminaba afuera de una casa y desenvaino mi espada. Corro rápidamente en dirección al cuartel y mato al único hombre que se encontraba cuidando mas no antes preguntarle sobre si mismo "Eres libre de elegir, nadie lo impedirá, si bien el miedo recorre su ser, debes elegir ¿mueres libre o de rodillas?" Un hombre de mediana edad, moreno, de nariz gruesa y cabellos castaños, desenvaina rápidamente su espada y la pone junto a mi hoja "Soy un hombre libre, mestizo pero libre, no temo a ningún mal mas que dios." lentamente con mi espada apuntando su dirección le replico "¿Que llamas libertad si vives con el miedo a la tiranía? Que libertad tienes si a cada paso que das temes a tu dios y su castigo? ¿Qué bondad puedes aspirar mas la que se impone con miedo y sufrimiento? ¿Eres libre o temes al yugo de tu señor?"
El hombre baja su arma y se dirige a mi "No saldrás con vida de acá, si yo no te mato, ellos lo harán. ¿Dime donde que puedo hacer si de verdad luchas juntos a los hombres que nos liberaron?" bajo mi arma de igual manera y le respondo con mi respetuosa nobleza "No tengo intenciones de salir de acá vivo, mi muerte por la libertad. Abandona este lugar y espera la señal, que cuando mis hombres lleguen, necesitarán de tu bondad." El hombre se retira del lugar y cierra la puerta.

Con todo lo que encuentro a mi paso, procuro protejo la entrada y comienzo a dar vuelta todos los barriles de aceite. Una ultima vez pienso si es lo correcto…sin dudarlo arrojo la antorcha a los barriles y una ultima llamarada de fuego calcina mi cuerpo en segundos.


Acto IV - Segunda Resurrección.

Doy un espasmo y abro mis ojos para deslumbrar un cielo negro azulado, este vez ya no hay truenos y una leve ventisca arrastra el polvo desde los escombros de lo que alguna vez fueron edificios formando una densa neblina…este maldito lugar una vez mas. Que nos depara después de la muerte…¿esto? mis pensamientos son interrumpidos por un grito de alguien, esta vez era mucho mas humana, no era robótica como aquel singular individuo. ¿Quizás…otro humano?

Comienzo a rodear la zona por desde donde creo haber oído el grito. Lentamente comienzo a reptar entre los edificios, hasta que el camino se acaba. Me encuentro rodeado de los restos de un edificio, por lo que decido entrar entre los escombros y comenzar a escalar cada vez mas, continuo subiendo a pesar del dolor y la fatiga, pero una vez llego a la cima, logro observar el panorama del mundo que me rodea, todo es completamente diferente…

Un enorme y vasto terreno baldío se erguía en todas direcciones, únicamente frente a mi, a lo lejos, podia observar un enorme complejo, en efecto, un almacén.

Una voz arrastrada por el viento clamaba por piedad, por perdón. Mientras lentamente era arrastrada sin ninguna complicación ni rasgo de duda, avanzaba lentamente hacia su interior mientras la gran entrada lentamente se cerraba. Del asombro dejo caer unos escombros que azotan el piso con la suficiente dureza para hacer retumbar el eco entre el terreno baldío.

Antes de que si quiera se pueda dar cuenta, me tumbo en el piso detrás de un rastro de escombros…no me vería ¿pero cuanto debería permanecer así?… Un fuerte sonido metálico azotando el piso con dureza cesa tan pronto como inicia. La entrada se había cerrado.

Rápidamente me desciendo con cuidado hasta llegar al piso, y me hecho a correr en su dirección. Lo que sea que había ahí adentro, serian las respuestas a todas mis preguntas…al menos así lo creí.

La enorme compuerta no tenia forma de abrirse desde afuera, estaba claro. Por lo que decido rodearla hacia la derecha, desde lo que parecía ser un enorme e interminable muro de metal grisáceo, se lograba ver una compuerta derrumbada, y la pared a pesar de la increíble tecnología que pudiera haber sido provista por quien sabe quien…se encontraba en muy mal estado.

Continuo caminando apegado al muro, y desde adentro lograba sentir un sonido similar al agua pero acompañado de un leve sonido similar a la estática. En ocasiones está era tan fuerte que lograba sentir un cosquilleo en mis manos.

La compuerta derribada guiaba hacia un camino de paredes y techo blanco, lamentablemente el piso estaba cubierto de arena. El camino continuaba directamente hacia una compuerta de metal destruida, desde la cual se lograba observar el interior del almacén…

Únicamente la tenue luz del sol entre las oscuras nubes de humo negro se filtraban como los rayos de estática desde las corroídas paredes interior de esta enorme instalación…

Todo esto, se repetía sin cesar, desde las minúsculas partículas de la electricidad alrededor de mi, hasta el mas fulgurante trueno creado por la enorme carga de energía presente en el lugar…miro mis brazos y erizados mis pelos develaban el origen del constante hormigueo y dolor de cabeza que sentía desde que llegue…

¿Qué eran aun esos recuerdos? Haber muerto tantas veces y sin embargo…volver acá…Era el ciclo de lo interminable, era irritador…Aun así no sabia la respuesta. ¿No estaba listo aun?

Continúe y poco a poco, mientras la luz disminuía, mis ojos se adaptaban a la oscuridad y lograba distinguir un pequeño rastro brillante en el piso, como si se tratara de un camino de energía…

Doy un paso a un lado del rastro y continuo siguiendolo a traves del pasillo principal mientras se vuelve cada vez mas claro, desde el final hay una enorme luz… cegado continuo caminando y una vez llego al final. Doy un paso a ciegas en el interior, logro distinguir un millar de capsulas de cristal empañadas por la humedad apiladas sobre todas las superficies del enorme complejo.

Se encontraban conectadas con un centenar de cables que se unian en los caminos principales y se dirigian directamente hacia el centro de la habitacion… En donde habia una enorme maquina color blanco con verde, desde la cual salian cables con puntas, pinzas y una enorme pantalla.

…Junto a la maquina, estaba él nuevamente… Esta vez el hombre estaba de rodillas, abatido, posiblemente inconsciente pero sostenido con las pinzas para mantener la postura. Lentamente me tumbo detrás de una capsula de cristal y la intento limpiar para ver su interior…El espanto me dejo desconcertado al percatarme que era una persona flotando y conectadas a cables en su interior.

Mis pensamientos se esfumaron cuando comenzó a sonar un molesto zumbido de energía desde la maquina, fue entonces cuando dijo -Ha llegado el momento. Sus propios errores los llevaron a esto…Ahora solo les depara volver repetir su ciclo y aprender de ello, si no se destruyen en el proceso… Finalmente toma un cable con una punta metálica y se la entierra en la cabeza, entonces una enorme luz verde comienza a salir del hombre, lentamente esta luz comienza a iluminar el cable mientras esta va disminuyendo y va entrando a la maquina. Finalmente la luz se apaga y la maquina principal se enciende aun mas. La iluminación vuelve y el lugar pareciera volver a la vida. Es entonces cuando salta una luz roja acompañado de un pitido y una voz robótica grave y muy saturada repitiendo -Alerta - Forma de vida no identificada

El humanoide mecánico junto a la maquina, me observa mientras comienza a correr en mi dirección, cuando esta a una buena distancia me grita -Hubiera deseado que no vieras eso. Ahora debo detenerte.

Asustado doy un paso atrás pero caigo al piso debido a la enorme cantidad de cables. Una vez tumbado, cierro los ojos y recuerdo. comprende tu dolor Y escucho su voz -¡Esta vez no funcionará! me mantengo concentrado, con la mente en blanco, calmo mi respiración…

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